jueves, 27 de marzo de 2008

Caracas pa´ lo que quieras

El día a día nos enloquece y nos hace sentir que esta ciudad es un pequeño infierno, pero cuando llega “la calma” del fin de semana, feriados o vacaciones, esta ciudad te ofrece sus encantos.

Es maravilloso poder ir a los museos, parques y demás lugares hermosos que tiene esta ciudad, pero creo que uno de los lugares más fascinantes es el Ávila. Todas sus rutas tienen un encanto particular, en esta oportunidad fuimos a Los Venados.

Como algunos no estábamos en muy buena forma nos fuimos en los jeep que se agarran en Cotiza, el viaje fue rápido y económico, se podían ver personas de todas las edades subiendo a pie o en carros particulares, al llegar a nuestro destino vimos con mucho agrado el buen estado en que se encuentra el lugar y que además ofrecen de todo en un modesto cafetín y los guarda parques están muy pendientes de todo. Luego pasamos por La Casona, estructura de la hacienda “La Trinidad” que fue una hacienda cafetalera en los años 20, luego hicimos un pequeño recorrido hasta La Zamurera, el sendero es plano y pasa por una pequeña cascada muy agradable y refrescante, en La Zamurera hay un mirador desde donde se puede contemplar Caracas.

Es un paseo agradable y no requiere que estén en forma, anímense a ir









domingo, 2 de marzo de 2008

Matando tigres!

Nunca pensé que la afición por la fotografía se podría transformar en un negocio, pero desde que soy estudiante al 100% se me ha presentado la oportunidad de hacer trabajos freelance, o lo que en mi tierra se conoce como matar un tigre. Una boda y un bautizo son la puerta de acceso a un mundo donde como un espía entro en la vida de distintas personas, que de no ser por esta casualidad no se cruzarían en mi caja mágica de recuerdos.

Es interesante ser el espectador en celebraciones, que representan cambios en las vidas de las personas o simplemente son rituales de iniciación, eres el encargado de capturar los momentos cruciales que serán parte de ese mundo de recuerdos tangibles de los cuales echan mano cuando tienen visitas o simplemente cuando quieren revivir con mayor nitidez esos recuerdos que con el tiempo se van desvaneciendo.

Más allá de la labor como escribana de recuerdos, la mente divaga y pregunto que será de todas estas personas en un par de años, ¿seguirán casados?¿tendrán hijos? Y esos niños ¿Qué clase de adultos serán? ¿Qué les depara la vida a esos humanos en miniatura?... En mi caja de recuerdos, permanecerán unidos y alegres, sin importar que les depare el destino.

Para los panas que quieran echar un vistazo al trabajo de espionaje, puse una pequeña muestra en mi álbum web