martes, 17 de mayo de 2011

Familia Álvarez Prado

Hace poco alguien escribió en una franela, que preparamos de regalo para la despedida de un pana, “caminante no hay camino, se hace camino al andar”, del poema de Antonio Machado, versionado en canción por Joan Manuel Serrat.

No se cuándo escuché por primera vez esa frase, pero cada día pienso que si hay alguna verdad inamovible (claro, sin contar las leyes de la termodinámica) es esa… La vida no es más que un camino, y si no andas no haces camino, dejas de vivir.

Ese andar me trajo a una tierra que en mi vida soñé con visitar, aquí me enteré que vendieron la casa de la familia Prado (Familia de mi madrina), es increíble como trabaja la mente, pero en lo que recordé la casa juro que pude olerla y revivir cada detalle, los sonidos matutinos en la cocina, los loros y la chachara de la familia. Aunque entre los Álvarez Prado y yo no hay consanguinidad, siempre me sentí como de la familia. Vi el camino recorrido con ellos y me sentí feliz por tan gratos momentos, espero que nuestros caminos se crucen nuevamente.

“Al andar se hace camino…”, eso siempre me lleva a pensar que lo único que realmente tenemos es el presente, el pasado es intangible y el futuro incierto. Debe se por eso que soy tan impaciente y quiero todo para ya. Pero, las cosas pasan cuando tienen que pasar como dice patitaequeso y esas palabras siempre vienen a mi mente cuando yo con mi impaciencia trato de correr y cuando me doy cuenta estoy en el mismo lugar, como la Reina Roja de Alicia en el país de las maravillas.

Ya tengo 2 meses y medio por estas tierras y aun me falta mucho por hacer en el lab, la verdad no se si pueda hacer todo lo que quiero, pero decidí dejar de correr y que las cosas pasen cuando tengan que pasar y como tengan que pasar. Eso no quiere decir claro está que uno se queda esperando, que no hay que hacer nada, sólo que no hay que forzar o apurar las cosas.

Bueno gente, tengo un montón de cosas más que contar, pero el misterio del tiempo siempre se cruza en mi camino o yo siempre regreso a él… No lo sé. El recuerdo de tantas navidades y buenos momentos en El Tranquero y la Lopeña me hizo cambiar la dirección. Venga un abrazo a la Familia Álvarez-Prado y Marcano-Prado, se les recuerda con cariño. A mi madrina que me disculpe por el abandono, pero soy un desastre con eso de las visitas, siempre te recuerdo con cariño y estoy muy agradecida por todo el cariño y la ayuda que siempre me has brindado.