jueves, 16 de abril de 2009

¡¡¡Creer!!!

Hace poco la tía Mimina me preguntó: y tú ¿en qué crees? Y desde ese momento no puedo sacar esa pregunta de mi mente.

¿Que es creer? Según el diccionario de la Real Academia Española es: “Tener por cierto algo que el entendimiento no alcanza o que no está comprobado o demostrado” y allí comienzan mis problemas con esta idea de creer, porque de entrada presenta como única certeza el tener fe en la incertidumbre. Otra acepción dice: “Tener algo por verosímil o probable” y si bien nos encontramos nuevamente frente a algo que nos trae dudas, este concepto me agrada más ya que una probabilidad tiene un valor asociado. Pero, ¿Cómo darle un valor al creer? Uno cree o no cree en algo, es decir, yo puedo decir al lanzar una moneda que “creo” que saldrá cara o sello, pero cuando pensamos en conceptos más complejos como el de Dios estamos en problemas, porque se cree o no se cree. Si llevamos este concepto a las personas yo podría decir que creo en alguien en particular, pero las personas cambian, sus intereses, sentimientos y creencias varían a lo largo de sus vidas, lo que hace de este creer algo “temporal”, algo limitado o acotado por el pertinaz e imperturbable pasar del tiempo.

Es probable que en algún momento encuentre una respuesta interior a esa pregunta, y también es probable que en algún momento deje de pensar en ella. De momento puedo decir que creo firmemente en el ahora, en el efímero y lábil presente, no puedo creer en el futuro porque lo desconozco y dudo del pasado porque está velado por la subjetividad de la memoria.