Siempre serás, danza, movimiento, pasión, color, despertar de los sentidos, sinónimo de vida, de alegría, de pacífica reflexión, de silenciosa armonía.
Hace un año estábamos hablando de tu viaje a Chile y te llevé a mi mundo de tubos, microscopios, reactivos e incubadoras, quería compartir un poco de mi espacio, así como tú siempre compartías esa nueva pasión que surgió, tras tu renacer, por las artes. Qué disfrute descubrir en ti la fusión de la danza con las artes plásticas y haber contado con la oportunidad de disfrutar tus trabajos.
Recuerdo cuando te conocí, estábamos en el Café Arábica y la expectativa de conocer al famoso Wilfredo, a quien todos los amigos nombraban, era inmensa. Luego descubrí tu danza, esa pasión que salía de ti, de esa persona que en ocasiones parecía ausente, taciturno, casi estático, esa misma persona que se trasformaba en un torbellino de emociones, expresadas en movimientos, articuladas con cada músculo de tu cuerpo… Simplemente fascinante. Tus coreografías representaban todo tu sentir tanto en el escenario como en una sencilla reunión de amigos, en plena sala, dando muestras de tu arte, enfundado en un overol de jean que resaltaba tu niño interno.
Luego tuve la fortuna de compartir tantas ideas, sobre la vida, el arte, la literatura, el cine… Creo que ese amplio espectro hacía de nuestras reuniones algo único. La semana pasada cuando hablamos, fue como estar reunidos, la fluidez y variedad de temas, aunado al compartir del disfrute de cosas sencillas, sentirte nuevamente entre nosotros, con toda tu sensibilidad a flor de piel, esa a la que nos tenías tan acostumbrados y que se contagiaba para fundirnos todos en un mismo sentir, quien podría imaginar que ahora te perderíamos.
Siempre estarás en mis recuerdos y estoy segura que estarás en el recuerdo de todos aquellos que tuvimos el placer de conocerte. Tú podías hacer de la cosa más sencilla, como un plato de espaguetis acompañado de papas fritas, algo grandioso. Nunca olvidaré que hiciste obra de arte conceptual basándote en las marcas de mosquitos que habías estampado en las paredes de tu cuarto, simplemente genial.
Y el día que presentaste un espectáculo de danza en Chacao, (Por el Medio de la Calle), con esa profesionalidad que te caracterizaba, iniciaste tu pieza ante el desconcierto de muchos que en un principio pensaba, que te interponías a las imágenes que se proyectaban en ese momento, no te hiciste eco de los comentarios y conseguiste poco a poco cautivarnos a todos.
Nos dejas tu esencia con olor a saché, sabor a mouse de parchita, con la melodía del acordeón de Julieta Venegas, los colores del arco iris, el movimiento de un colibrí, la expresividad de un mimo, el vaivén de una ola - ímpetu y letargo –
Doy gracias por haber compartido tan gratos momentos con alguien tan especial, siempre estarás en nuestro recuerdo acompañándonos a descubrir la esencia de cada momento y lo haremos con tu andar, el que quisiste que aprendiéramos “camina como si desde tu cabeza alguien tirara de un hilo”.
Hasta siempre Will
Por: Gisselle y Loly